Por la Pastora Verónica Fernández, Salmista y Conductora del Programa Para ti Mujer.
Algunas personas tienden a pensar que Dios es como un capataz o tirano cruel con un látigo, listo para hacernos vivir la vida más difícil que podamos imaginar.
Dios no solo sabe qué está bien y qué es bueno, sino que tiene la intención o la determinación de trabajar en pro de algo bueno. En la Biblia encontramos el entrañable pasaje de Romanos: “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo a su propósito”.
El Señor nos llama a seguirlo y a caminar con Él, porque tiene un buen plan y un propósito intencional. Él quiere que caminemos conforme a su palabra, y quiere ayudarnos a hacerlo porque tiene buenas intenciones para nuestra vida. Quiere que conozcamos el gozo de vivir para Él y que caminemos humildemente en obediencia a Él. Es divertido ver cuántas tentaciones de este mundo parecen ofrecernos placeres agradables, pero no logran satisfacernos en absoluto. Ya sea recurrir al alcohol o las drogas para estimular el placer, o codiciar más posesiones, a menudo las personas parecen no encontrar lo que buscan. Pero Dios tiene buenos propósitos y buenas intenciones para nuestra vida, y se encuentran en Él. Nadie puede quitarnos su buena voluntad y sus buenas intenciones.
Aunque la Biblia nos dice que Dios tiene planes buenos para nosotros, no significa que nuestra vida será buena y grata y que no tendremos problemas. Dios nos recuerda que podríamos llegar a tener dificultades, pero aun así Él tiene buenas intenciones para nosotros. Vemos esto en la vida de hombres y mujeres de fe del Antiguo Testamento. Abraham, José, Daniel y Jonás, todos enfrentaron pruebas difíciles, pero Dios tenía buenos propósitos y buenas intenciones para ellos, que se hicieron realidad de una manera hermosa en sus vidas. No te desanimes ante las pruebas, sino más bien confía en su buena voluntad para tu vida.
Cuando enfrentas retos y dificultades, puede que no entiendas por qué te está pasando eso. Puede que te preguntes por qué el Señor permitió esa circunstancia en especial, pero una cosa que puedes hacer es confiar en las buenas intenciones de Dios para ti. Él te dotará de lo que necesites para atravesar esa dificultad según su buena voluntad para tu vida.
Cuando reconozco que Dios tiene buenas intenciones para mí, veo la vida desde una perspectiva diferente. Sé que puedo confiar en un Dios que me ama y tiene un plan bueno para mí, aunque no me guste lo que está pasando en ese momento.
¡Que la buena voluntad del Señor llene nuestros pensamientos en todo momento para que podamos ver la vida con gozo y bendecir a otros con la misma voluntad que tan misericordiosamente recibimos!
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