Por la Pastora Verónica Fernández, Salmista y Conductora del Programa Para ti Mujer.
La misericordia tiene origen en el corazón de Dios y es derramada también en aquellos que lo conocen.
“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias”. Lamen 3:22
Jeremías nos describe el amor y el dolor de Jehová por su pueblo que está castigando por los pecados del mismo. El pueblo de Israel fue llevado al cautiverio por haberse rebelado a su Dios y se apartó por caminos de desobediencia e idolatría. El pueblo se lamenta por su condición de cautividad y el sufrimiento que esto le conllevó a ser desterrados y llevados cautivos a Babilonia por el Rey Nabucodonosor. Este hermoso pasaje presenta una nota de esperanza en medio del desaliento y el dolor. El profeta nos muestra la fidelidad y misericordia de Dios hacia su Pueblo. Dios es un Dios misericordioso. Es un Dios que es fiel y que muestra su compasión por su pueblo aunque seamos infieles El permanece fiel.
Cuando meditamos en la Misericordia de Dios y tomamos conciencia de cuánto Él nos perdona voluntariamente y de verdad, podemos mostrar misericordia a otros de manera mucho más fácil. Las buenas relaciones son dificultosas, a menos que seamos generosos con la misericordia y el perdón. Ser misericordiosos simplemente significa que somos buenos con quienes no se merecen esa bondad. Hemos recibido de Dios bendiciones inmerecidas y espera que nosotros demos a otros lo que hemos recibido de Él. Deje que la bondad de Dios fluya a través de usted, porque lo ha creado para que sea bendito y sea una bendición. La bondad de Dios no permite que su pueblo perezca.
Dios les brindo un camino de esperanza y una promesa al pueblo de Israel, de que no serían consumidos, ni olvidados. Las Misericordias de Dios nunca decaen, nunca se acorta la mano de Dios para auxiliarnos en nuestras pruebas.
Dios promete levantar y restaurar a su pueblo por su promesa de que nuevas son cada mañana sus misericordias hacia su pueblo.
Misericordia es un sentimiento divino que siempre trae bendiciones, salvación, perdón. Misericordia de Dios es la que aun los impíos disfrutan sin reconocer al respirar cada mañana. Misericordia es la que nos cubre cada día de nuestra vida y noches de nuestra existencia. Misericordia es tener lo que tenemos. A Jesús el hijo de Dios.
ORACION
Señor y Dios mío: te damos gracias por tu Misericordia Infinita,
porque siempre nos perdonas, porque derramas constantes gracias de arrepentimiento. Quiero aprovechar, Dios de Misericordia, todas esas gracias inmerecidas
que pones permanentemente a nuestra disposición para volver a ser hijo(a) tuyo(a).
No quiero quedarme como oveja perdida o como hijo pródigo,
alejado(a) de Ti, fuera de tu redil o de tu hogar.
Gracias por recibirme, a pesar de mis pecados. ¡Gracias por tu Misericordia Infinita!
Amén
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