Por la Pastora Verónica Fernández, Salmista y Conductora del Programa Para ti Mujer.
“Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin”. Eclesiastés 3:11
Mujer, no importa la edad que tengas, hoy me dirijo a ti a corazón abierto. Aunque a veces pareciera que las horas del día no nos dan para hacer todo lo que queremos, debemos encontrar tiempo. Desconozco cuál sea la lucha personal con la que tengas que lidiar frecuentemente, pero hoy te hago una invitación para que te veas a ti misma frente al espejo y explores en los rincones más íntimos de tu alma. Quiero que comiences por preguntarte si eres feliz. ¿Te sientes realizada o entusiasmada contigo misma? ¿Cuándo fue la última vez que realizaste algo que querías hacer? ¿Sigues soñando o renunciaste a las cosas que querías y que te propusiste algún día lograr?
Reflexionando un poco acerca de la creación y remontándome al cuadro de cuando Dios diseñó a la mujer, pienso que si Dios hubiese querido que el hombre estuviera o se realizara solo, entonces no hubiera creado a Eva para que fuera la ayuda idónea de Adán. Con toda humildad y espero no ser malinterpretada podría decir que el mundo es mejor gracias a que existen hermosas mujeres como tú. Talentosas, amorosas, apasionadas, entregadas a sus tareas, adoradoras del Dios omnipotente y tantas cosas más. Es trascendental que entiendas que tienes un sello de Dios que te hace especial y diferente al resto de la creación. Tienes tú lugar en este mundo y Dios te ha llamado a ser victoriosa.
¿Por qué callas cuando sabiamente has tenido las respuestas ante situaciones o problemas difíciles? ¿Por qué has dejado de ocupar tu lugar? Dios te ha dado un espíritu, una vida, un intelecto para que lo utilices. Tú puedes lograr grandes cosas tomada de la mano de Dios. Puede que en este momento alguna de las mujeres que esté leyendo, piense que no puede salir de ese laberinto en el que se encuentra, pero quiero decirte, que tú sola tal vez sientes que no puedas, pero Dios te va a dar la fortaleza y la sabiduría que necesitas para afrontar los grandes retos que tengas que asumir. Tú no estás sola, tú eres bella por ser quien eres, independientemente de que la belleza sea relativa y de las opiniones o conceptos que han estigmatizado tu vida. Eres rosa en el jardín primoroso de Dios. ¿Por qué vivir atada a tus miedos cuando Dios quiere que seas libre? Que te remontes alto, vueles y desafíes los mares tempestuosos. Tú tienes ímpetu, ganas y tantas cosas más. ¡Lucha, no te quedes a la deriva!
Comments are closed.